Si ya conoces acerca de los múltiples beneficios que tiene incorporar aceites esenciales en tu diario vivir, es necesario saber también cuales son las precauciones que debes tener en cuenta respecto a su uso, para poder aprovecharlos al máximo. Es por esto que en este artículo te queremos dar algunas recomendaciones generales que te servirán como guía al momento de aplicarlos, para que puedas disfrutar de ellos y de sus maravillosas propiedades. Ten en cuenta que estas recomendaciones son a modo general, y puede que no se aplican a todos los aceites, así que recuerda siempre leer la descripción de los productos que utilices y su modo de empleo.
Este punto es controversial, ya que hay quienes que, por su mayor efectividad, recomiendan el uso de los aceites esenciales por vía oral. No obstante, pensamos que esto nunca debieras hacerlo sin la recomendación de un experto o bajo supervisión médica, ya que pueden provocar efectos adversos a los deseados, tales como la irritación de las mucosas gastrointestinales.
Como ya lo hemos expuesto anteriormente, los aceites esenciales son sustancias altamente concentradas, y en contacto directo con ojos y/o mucosas, pueden ser muy irritantes. Es por eso que te recomendamos siempre lavar muy bien tus manos después de su uso, para evitar reacciones adversas.
La dosificación de este tipo de productos es clave para poder obtener todos sus beneficios. Hay que recordar que, debido a su proceso de elaboración, basta solo con ocupar unas cuantas gotitas para maravillarse con ellos y encontrar el bienestar deseado. La dosificación es un paso clave para poder disminuir la posibilidad de reacciones en la piel, así como también reacciones respiratorias o gastrointestinales. ¡Así que siempre lee su etiqueta!
No todos los aceites esenciales se pueden aplicar directamente sobre la piel, siempre lee las indicaciones de uso que se encuentran en el lateral de las cajas de todos nuestros aceites, si el aceite que compras no dice que puede ser aplicado en un masaje, recomendamos no ponerlo en contacto con tu piel, ya que puede causarte algunas alteraciones cutáneas, como irritación o dermatitis de contacto. En el caso de los aceites, que sí se pueden aplicar tópicamente, es importante que no lo hagas de forma directa, ya que es necesario diluirlos en algún aceite vegetal o vehicular como caléndula, jojoba o almendra dulce.
Existen algunos aceites esenciales, especialmente aquellos cítricos (limón, naranja, pomelo, mandarina), que al contacto con el sol, pueden presentar un efecto fotosensibilizador. Esto significa que al aplicarlos en nuestra piel, y luego exponernos al sol, pueden provocar reacciones adversas, que van desde irritaciones, hasta manchas producto de una hiperpigmentación. Es por eso que si vas a aplicarlo sobre la piel, recomendamos hacerlo en una zona que no se encuentre expuesta, o bien, aplicarlo durante la noche.
No todos los aceites esenciales son para todas las personas, y especial precaución se debe tener con aquel grupo que presenta una mayor sensibilidad, ya sea por un embarazo; corta edad; presencia de enfermedades de base; o consumo de medicamentos, cuyos efectos se puedan ver alterados por la mezcla con otras sustancias. Es importante tener claro que aunque los aceites esenciales sean productos naturales, igualmente pueden causar reacciones adversas si es que nos encontramos en una situación de salud particular. Por ello, si te encuentras en uno de estos casos, te recomendamos consultar a un especialista antes de utilizarlos.