El aceite esencial frankincense, también conocido como aceite de olíbano, se extrae de la resina del árbol Boswellia sacra, nativo de las regiones de África y Arabia, y ha sido apreciado durante siglos por sus propiedades terapéuticas y su aroma distintivo.
Una de sus características más destacadas es su potente acción antiinflamatoria. Se ha utilizado para aliviar dolores y molestias articulares y musculares, así como para tratar condiciones inflamatorias de la piel. Además, sus propiedades antisépticas y astringentes lo hacen útil para tratar problemas de la piel como el acné, las arrugas y las cicatrices.
El aroma cálido y terroso del aceite de frankincense es famoso por su capacidad para inducir la relajación y reducir el estrés y la ansiedad. Se emplea en aromaterapia para promover la calma mental y el bienestar emocional. También se cree que el aceite de frankincense puede estimular el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.
Además de sus beneficios para la salud física y emocional, el aceite de frankincense también tiene un profundo significado espiritual. Utilizado en muchos ritos religiosos, esta resina sagrada es conocida por promover la meditación y los viajes. Este aceite esencial de incienso oliban construye autoconfianza y determinación. Su olor es dulce y amaderado, balsámico y fresco. También conocido como "Frankincense Oil".
Desde aliviar el dolor y mejorar la salud de la piel hasta promover la tranquilidad mental y la conexión espiritual, este aceite versátil ha sido valorado y utilizado a lo largo de la historia por sus múltiples propiedades curativas y su aroma embriagador.
CALIDADFORMAS DE USO
Difusión ecológica: agrega de una a tres gotas en tu difusor favorito.
Aromatizar un masaje: diluir unas gotas en un poco de aceite vegetal como caléndula orgánica, luego realiza el masaje en la zona.
Olfatoterapia: pon una gota del aceite esencial en cada muñeca y respirar su perfume tres veces al día, o cuando lo sientas necesario.
